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Cultivo de almejas (Bivalvia: Veneridae), información y especies indicadas

Cultivo de almejas
Cultivo de almejas
Iturde (flickr.com)/CC BY-SA 2.0

Introducción al cultivo de almejas

La acuicultura corresponde un eslabón importante en lo que respecta a los alimentos con alto contenido de proteína. En este contexto, la proteína de origen marino ha ganado un estatus significativo en términos de producción y gastronomía. Adicionalmente, se tienen estimativas que para el 2050 es preciso aumentar la producción de proteína de pescado a 80 millones de toneladas. Por esta razón, hoy hablaremos del cultivo de almejas.

En el orden de ideas anterior, la acuicultura de bivalvos como lo constituye el cultivo de almejas, cultivo del mejillón, y ostras, es catalogada como una industria verde que provee bienes y servicios ecosistémicos como lo son reducción de la turbidez e hipoxia, control de los nutrientes por filtración de partículas orgánicas en suspensión, reducción de síntomas de eutrofización, además de constituir un hábitat para invertebrados y una fuente de alimento para depredadores.

De esta manera, es de vital importancia documentar la metodología del cultivo de almejas, así como reconocer algunas zonas aptas para su cultivo y las principales limitantes del mismo. En este artículo, se busca dar a conocer algunos aspectos generales del cultivo de las almejas, y reportar algunas de las limitantes en el cultivo que permitan mejorar la calidad y cantidad de este importante producto comercial de valor gastronómico.

Metodología de cultivo de almejas

La producción de almejas presento su pico productivo cuando los cultivadores consiguieron cultivar las almejas que estaban siendo producidas en criaderos. Las almejas producidas en criaderos pasan por un periodo en donde son depositadas en bandejas mientras son plantadas en áreas de crecimiento a orillas de ríos o mares, o situadas en bolsas de malla de crecimiento.

Múltiples técnicas han sido reportadas para mejorar el terreno donde se cultivan las almejas, de esta manera aumentar la producción. Se destaca la adición de grava o conchas de ostras que permiten una mayor fijación de las almejas y limitan la alimentación de algunos depredadores. Adicionalmente, redes de plástico o de nylon que cubren los lechos de las almejas son implementadas con el objetivo de reducir la depredación.

La cosecha de las almejas cultivadas en el terreno se lleva a cabo generalmente usando un rastrillo manual, buscando colectar las almejas que se desarrollan cerca de la superficie. Sin embargo, en la actualidad se han desarrollado promisorios métodos de cosecha mecanizados.

Zonas aptas para el cultivo de almejas

En Estados Unidos, los moluscos bivalvos que son cultivados principalmente son las ostras, mejillones y almejas. La costa oeste alberga varias especies de almejas nativas como los son Saxidomus giganteus, Protothaca staminea, Tresus capax y T. nutali y Panopea abrupta. En la costa este por su parte, las almejas de caparazón blanco Mya arenaria constituyen una parte menor en la pesquería comercial.

Adicionalmente, en las playas arenosas de la costa exterior la almeja Siliqua patula se pesca con fines recreativos y comerciales. Sin embargo, la acuicultura de almejas en Estados Unidos actualmente se centra en dos especies, una nativa P. abrupta y una introducida de Asia Ruditapes philippinarum conocida como la almeja Manila. Esta última almeja también es cultivada en China y Corea donde es nativa. En Europa fue introducida desde Gran Bretaña hasta Italia.

Recientemente en la provincia de Huelva en España, se ha dado un impulso al engorde de almejas en la zona intermareal. Esta iniciativa es un reflejo de los buenos resultados obtenidos con la almeja asiática R. philippinarum. En este contexto, se han incentivado investigaciones para caracterizar y cuantificar la superficie de la franja intermareal con potencial para su cultivo.

Se ha caracterizado que en el río Piedras presenta 69.425 m2 de potencial superficie aprovechable para el cultivo de R. philippinarum, de los cuales 19.906 m2 pueden ser destinados al cultivo de Ruditapes decussatus. En adición, del total de la superficie aprovechable, 66.625 m2 necesitan mejoras en el sustrato y 2800 m2 pueden ser aprovechados inmediatamente.

Limitantes en el cultivo

Las altas densidades de cultivo pueden impactar negativamente el ecosistema marino por la competencia con los filtradores silvestres, además de causar cambios en la comunidad de fitoplancton. A su vez, se pueden tener efectos indirectos en el reclutamiento de depredadores bentónicos, y promover la contaminación por la liberación desmedida de nutrientes en los alrededores de la granja de cultivo.

Adicionalmente, en casos extremos los biodepositos generados en el cultivo pueden producir anoxia en el sedimento.

Perspectivas futuras

Se proponen estudios que evalúen aspectos productivos importantes como la densidad de siembra en la zona intermareal, con el fin de encontrar densidades de siembra promisorias para la demanda actual y futura de almejas.

Adicionalmente, es de vital importancia modelar variables de la biología de las almejas, buscando hallar las variables ambientales que influencian el ciclo biológico de las almejas en harás de aumentar la calidad y cantidad de este producto de gran valor económico, productivo y gastronómico para la humanidad.

Conclusiones generales

La metodología del cultivo de almejas se fundamenta inicialmente en obtener las almejas de un criadero y cultivarlas en la zona intermareal, destacándose la adecuación previa del terreno con grava o conchas de ostras.

Las zonas aptas para el cultivo de almejas varían de acuerdo a las condiciones medioambientales de cada región. De esta manera, se tienen diferentes especies de almejas para las diferentes zonas donde van a ser cultivadas.

La almeja asiática Ruditapes philippinarum es una de las almejas más ampliamente cultivada en el mundo con Corea y China como países nativos y en Europa fue introducida desde Gran Bretaña hasta Italia con resultados prometedores.

Entre las limitantes del cultivo se destacan el aumento de la turbidez, aumento en la concentración de biodepositos y competencia con otros filtradores, además, se presentan algunos efectos indirectos sobre los depredadores bentónicos

Referencias

– Dumbauld, B. R., Ruesink, J. L., & Rumrill, S. S. (2009). The ecological role of bivalve shellfish aquaculture in the estuarine environment: A review with application to oyster and clam culture in West Coast (USA) estuaries. Aquaculture, 290(3-4), 196-223.

– Peña, M., Royo, A., Ortiz, J., & Ruiz Azcona, P. (2011). Localización de superficies aptas para el engorde de almejas en la zona intermareal del río Piedras (Cartaya, Huelva) (suroeste de la península Ibérica). Boletín. Instituto Español de Oceanografía, 21(1-4), 343-351.

– Royo, A., Quintero, D., Hurtado Burgos, M., & Hurtado Cancelo, M. (2011). Cultivo de almeja japonesa Ruditapes philippinarum (Adams & Reeve, 1850) a altas densidades de siembra y en zona intermareal. Boletín. Instituto Español de Oceanografía, 18(1-4), 349-356.

– Saurel, C., Ferreira, J. G., Cheney, D., Suhrbier, A., Dewey, B., Davis, J., & Cordell, J. (2014). Ecosystem goods and services from Manila clam culture in Puget Sound: a modelling analysis. Aquaculture Environment Interactions, 5(3), 255-270.


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